ESPEJITO ESPEJITO....

 




EPEJITO, ESPEJITO, DIME ¿QUIÉN ES EL MÁS SANTITO?


¿Alguna vez te ha tocado tener un día donde luces muy bien? Son esos días donde el cabello se ve increíble sin tener que acomodarlo, todo en ti se ve radiante y cuando te ves al espejo hasta tu mismo te felicitas de lo guapo/a que te ves. También hay días donde anduvimos todos despeinados, o con comida atorada en los dientes y te das cuenta de que así estuviste todo el día y nadie te dijo nada; pero lo peor es pensar ¿Cuánto tiempo anduve así? Eso mortifica muchas veces, pero el gran alivio es que a todos nos pasa.

Lo mismo sucede cuando comenzamos la vida en Cristo, parece que al principio luces super radiante, todo te sale perfecto pero al paso del tiempo todo comienza a cambiar sin darnos cuenta.

Esto me pasó a mi. Tengo el privilegio de haber crecido en un hogar cristiano, y mis papás siempre sembraron la Palabra de Dios en nuestros corazones. Actualmente sirvo felizmente dentro de la iglesia, asisto a mi célula y también soy líder de célula, y para mí todo parecía ir excelente, así como lo comenté. pensé que me veía radiante, que todo dentro de mi era perfecto, y la verdad es que no todo estaba perfecto.

En estos días al estar leyendo las Escrituras, fuí confrontada por un verso que encontré y el único pensamiento que se me venía a la mente es: ¿Cuánto tiempo anduve así sin darme cuenta?


"Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seaís nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros." 1 Corintios 5:7


El pueblo judío, antes de celebrar la pascua, limpiaban su casa de toda la levadura que tuvieran, sea que fuera nueva o vieja debían tirarla, ya que esto representaba la impureza dentro de ellos y sus casas. Era una manera de santificarse y durante 7 días comían pan sin levadura para poder ser parte del festejo de la Pascua. Y quien no respetara este mandamiento, sería echado fuera del pueblo judío. Entonces ellos lo tomaban muy enserio.


El Apóstol Pablo usó en 1 Corintios 5:8 el ejemplo de algo tan ordinario como el pan y la levadura para poder enseñar al pueblo de Dios. No hablaba de que sacaran la levadura de sus casas literalmente, sino de sus vidas. Pero ¿A qué levadura se refiere Pablo?

Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad. 1 Corintios 5:8

- La levadura (vieja) de la costumbre y comodidad.

- La levadura de malicia.

- La levadura de maldad.


Hay 3 clases de levadura que Pablo menciona. Estas representan lo que puede llegar a atacar y adormecer la santidad en nuestras vidas. Quisiera hacer énfasis especialmente en una clase de levadura que me llamó mucho la atención, una levadura que ataca la santidad dentro de la vida en Cristo:  

La levadura de MALICIA


Te recuerdo que la levadura es un microorganismo tan pequeño con la capacidad de hacer crecer algo de 2 a 3 veces su tamaño. La levadura no se ve dentro del pan, se huele y el pan es quien muestra si estuvo en contacto con la levadura o no, pues los panes con levadura son esponjosos y los panes sin levadura no tienen volumen.

Lo primero que me paso por la mente al ver este verso fue: “¡yo no tengo malicia!” pero estaba equivocada y cuando ví el verdadero significado de esta palabra fuí muy confrontada.

En el idioma hebreo, la palabra malicia significa: intenciones equivocadas. Cuando yo leí esto, la verdad es que entendí lo que Dios veía en mí y que yo no veía. Entendí que anduve con un aspecto feo delante de Dios y yo no lo podía ver. Por fin me pude ver en el espejo de mi realidad.


¿Cuáles son tus intenciones al servirme?, ¿Cuáles son tus intenciones al ir a la iglesia?, ¿Cuáles son tus intenciones al buscarme?, ¿Con qué intención usas las redes sociales?, ¿Para tener más seguidores?. 

Eran muchas preguntas las que Dios me hacía, con ellas me di cuenta de la levadura que había afectado toda mi vida, mi manera de pensar, mi manera de servir, todo lo que yo era. Estaba llegando a un punto donde servía pero me cansaba y me frustraba, ¿Por qué?, porque mi intención no era servir a Dios sino ser reconocida. Subía fotos a las redes sociales, ¿Con qué intención?, con la intención de tener mas seguidores, más likes. ¡Todo en mí estaba equivocado!


La verdadera santidad en nuestras vidas se refleja desde nuestro interior cuando nuestra vida está libre de esta vieja levadura que afecta nuestra santidad y caminar con Dios. Son cosas pequeñas, costumbres dentro de nosotros que parecen estar bien, pero al verte al espejo de la Palabra, podrás entender que esa cosa pequeña es lo que estaba afectado tantos aspectos de tu vida.


Querido amigo, mi pregunta para ti el día de hoy es: ¿Cuál es la verdadera intención de tu corazón?, ¿Será que te sientes cansado, frustrado y desanimado?, ¿Habías pensado en tirar la toalla en tu caminar con Dios? Te animo a que examines tus intenciones y te darás cuenta de que las intenciones equivocadas son las que están afectado todo en ti.

¿Qué es una intención equivocada?: Aquella que se oculta tras una apariencia de sinceridad, en un acto o dicho cualquiera. Una intención equivocada tiene la capacidad de destruir tu fuerza, tu pasión, tu amor y tu santidad. Esto es lo que detiene muchas veces tu caminar con Dios y empaña la verdadera santidad. 

Ponte a pensar para qué haces lo qué haces, por qué sirves a Dios y a los demás. Para poderte examinar, tienes que ser sincero contigo mismo y con Dios.

Para ti, la mejor ofrenda es la humildad.


"Tú, mi Dios, no desprecias a quien con sinceridad se humilla y se arrepiente." ( Salmos 51:17)


Dios nunca despreciará un corazón que es sincero, Dios busca un corazón que reconozca sus intenciones.

El primer paso para caminar en la verdadera santidad es:

- Arrepentimiento sincero

Muchas veces ser sincero es incómodo y al ser humano no le agrada porque conlleva exponer sus debilidades, sus intenciones y quedar vulnerable, y ser vulnerable es despojarse de toda defensa. Sin embargo en tu vulnerabilidad es donde Dios quiere obrar, es donde te restaura y te lleva a vivir la verdadera santidad.

El arrepentimiento sincero es poder verte en el espejo y que puedas arreglar lo que estaba equivocado.

Por eso, querido amigo, te animo a que hoy puedas examinar tu corazón y ser sincero delante de Dios para que, de ahora en adelante, puedas verte en el espejo de la Palabra y entender cuál es la verdadera santidad que Dios quiere que vivamos y que puedas experimentar la libertad completa en Él y, a partir de ese momento, tu vida nunca más volverá a ser la misma.

Con amor,

Jenny H.

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