LA CIMA

 

La Cima

Cada persona en esta tierra busca estar lo mejor preparada para poder llegar al éxito. No nos damos cuenta de que siempre queremos estar en la cima en todas las áreas de nuestra vida: tener el mejor ministerio, el mejor trabajo, el mejor cuerpo, el mejor carro, el mejor estilo, el mejor compañero(a) de vida, y realmente no notamos que lo que Dios quiere ver en cada uno de nosotros es que podamos tener un corazón pleno. Recuerde que Dios no se deja guiar por apariencias o por el estatus social que podamos llegar a tener, a Él le encanta ver el corazón de las personas y busca el corazón mejor preparado para poder entregar las mejores bendiciones y hacernos las personas más plenas.

Si hoy usted reflexiona se dará cuenta de que el corazón es la parte donde menos hemos trabajado, nuestros deseos y voluntad son muy fuertes y a veces nos desenfocan de lo que Dios quiere ver en cada uno de nosotros, ¡es tiempo de volver a ver a nuestro maestro!

Me gustan mucho estas fechas decembrinas porque se recuerda la llegada de un salvador que trajo luz donde había oscuridad y donde encontraremos la respuesta a lo que debemos hacer para poder llegar a la cima.

Medite en este pasaje. Filipenses 2: 5-8

5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,

6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,

7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;

8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

La humildad es la clave para poder llegar a la cima, entre más nos humillemos podremos ver cómo Dios nos exaltará, en este mundo mientras más sabes y mejor preparado estés podrás tener mejor trabajo, mejor reputación, mejor salario, pero con Dios mientras más te humilles serás más exaltado. Es increíble el camino por el que estábamos caminando, recuerda que la humillación no es como normalmente en este mundo la conocemos al degradar o exhibir una persona, la humillación en Dios es poder tener ese deseo de querer hacer la voluntad de Dios en nuestras vidas, querer agradarle y actuar como nuestro maestro.

En lo personal, en este momento de mi vida siento que Dios me está empezando a mostrar los beneficios de la humildad, he decidido negarme a mí mismo, mis deseos, mis sueños para poder poner en primer lugar los sueños de Dios, renunciar al egoísmo y querer ver realizado el sueño de Dios, hoy te puedo decir que Dios me permite estar al frente de un hermoso ministerio como Pastor y puedo ver cómo Dios me ha dado un nuevo nombre y autoridad para poder ayudar a muchas personas.

Este mes es uno de los favoritos para todos pero, recordemos que gracias a esa humildad de nuestro maestro, Dios lo exaltó hasta lo sumo y le dió un nombre que es sobre todo nombre. Imagínate lo que Dios puede hacer en tu vida cuando empieces a humillarte, ¡Así es! empezarás a estar en la cima.

¡Saludos y bendiciones!

ANDRÉS VILLA