LA MEJOR CANCIÓN


 

LA MEJOR CANCIÓN.

“SEAN GRATOS LOS DICHOS DE MI BOCA Y LA MEDITACIÓN DELANTE DE TI, OH JEHOVÁ, ROCA MÍA, Y REDENTOR MÍO.”SALMOS 19:14


Todos hemos tenido una banda o canción favorita, la cual jamás nos cansamos de escuchar, así sean mil veces, seguirá siendo nuestra favorita; pero, ¿Alguna vez te has preguntado cuál es la canción favorita de Dios?


Bueno, hoy quiero contarte un poco de mi testimonio. Llevo aproximadamente 9, casi 10 años en el ministerio de alabanza, si demasiado tiempo… pero ha sido un camino de formación, en el cual Dios ha tenido que meterme en un tiempo donde he aprendido cuál es su canción favorita.


En una ocasión, una de mis primas me hizo un cuestionario sobre por qué mi llamado estaba en ser un levita, realmente no quedé muy satisfecha con mis repuestas; y comencé ese tiempo de intimidad con Dios para volverle a preguntar por qué Él me había llamado para esto.


Desde antes de nacer, y aún durante mi crecimiento, el enemigo ha querido robar mi vida, con diagnósticos en los cuales yo no sobreviviría. La mayor parte de mi infancia la pase enferma, sin salir en ciertas temporadas de mi casa para no empeorar; pero la oración de mi mamá cuando yo nací ha sido algo que me ha llevado a entender el porqué de mi llamado. Ella solamente le dijo a Dios que yo me quedara en esta tierra para poder cumplir su propósito, y ¿Sabes? Eso me ha llevado a entender que mi vida solamente depende de la gracia de Dios y que soy un instrumento para Su obra. Cada paso que doy, y aún mis logros, han sido por Él; y ¡Realmente es solo por GRACIA!


Hace algunos años pasé por una situación que me llevó a entender que en medio de la adversidad lo único que Dios quería de mí era mi alabanza. Bastaba con una sola vez que yo le contara cómo me sentía y por lo que estaba pasando para que pudiera solamente alabarlo en la intimidad; y eso era lo único que hacía, deje de mira las circunstancias, de ver lo que estaba pasando a mi alrededor, y me enfoqué en solo adorar y dejar que Dios obrara. 


Fue ahí, en ese tiempo de intimidad, donde conocí la grandeza de Dios, donde conocí el consuelo del Espíritu Santo y donde entendí el sacrificio de Jesús; ahí en ese lugar donde solo Dios ocupaba toda mi atención, mi tiempo y mis pensamientos aprendí a adorar, aprendí a dejar mis problemas en la cruz, a mirar solo a Dios y no lo que pasa fuera de ese lugar, aprendí, que mientras yo adoraba, Dios peleaba mi batallas, sanaba mis heridas y rompía todo argumento, pero sobre todo conocí que su canción favorita era mi oración, el tiempo en el cual yo me rendía, me humillaba ante ÉL, el tiempo en que yo abría mi corazón, y exaltaba todo lo que Él es. 


Muchas veces dejamos de mirar a Dios y nos enfocamos en las circunstancias, olvidamos que él es DIOS y que el puede hacer todo lo imposible POSIBLE. 


Hoy te invito a que puedas tener esos tiempos de intimidad con Dios, no importa si estas pasando o no por algo difícil; permite que Dios pelee tus batallas y sane tus heridas mientras tú le adoras. En este tiempo de contingencia deja de mirar lo que pasa afuera, no te preocupes, Dios tiene todo bajo control. Adóralo y quédate tranquilo, que no necesitas tener la mejor voz o ser un excelente músico, solo necesitas un corazón agradecido y humillado.  


“PORQUE MEJOR ES UN DÍA EN TUS ATRIOS QUE MIL FUERA DE ELLOS. ESCOGERÍA ANTES ESTAR A LA PUERTA DE LA CASA DE MI DIOS, QUE HABITAR EN LAS MORADAS DE MALDAD” SALMOS 84:3

MIRIAM DELGADO


Mi recomendación de la semana: 

CRISTO TE AMO- GENERACIÓN 12



 

Comentarios

  1. Hola, gracias por esta palabra de verdad tocó demasiado mi corazón, de hecho me identifico un poco en tu testimonio .
    Hermosa reflexión ✝️=💜

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas populares