LA BÚSQUEDA

 

LA BÚSQUEDA

Cuando era niña me gustaba disfrutar de la lluvia, me gustaba jugar, reír y bailar, entre otras muchas cosas más, pero algo que realmente disfrutaba mucho era estar con mi familia: Mamá, Papá y mi hermana. Un día Papá tuvo que salir a buscar el sueño americano, y entonces nuestra familia se hizo más pequeña. En verdad fue algo que me dolió, porque mi papá representaba el amor de mi vida, me hacía sentir segura, y ahora que ya no estaba me resultaba difícil sentirme protegida.

Cuando fui creciendo empecé, sin darme cuenta, una búsqueda; buscaba el calor de unos brazos que pudieran hacerme sentir segura. En el proceso no me percaté de que fui entregando mi corazón a personas que más tarde lo rompían y lo defraudaban, entonces comencé a pensar que la mayoría de los hombres eran malos y que no podía confiar en nadie, pues terminarían lastimándome.

En mi búsqueda, un día conocí a un hombre diferente; este hombre parecía ser real y de corazón sincero. Entonces me decidí a conocerlo verdaderamente y no lo podía creer, era un hombre caballeroso, pues respetaba mis decisiones, era cauteloso y muy amoroso (Cuando digo amoroso me refiero a un amor sumamente extraordinario). Conforme fue pasando el tiempo me di cuenta de que era un hombre que sí cumplía todas mis expectativas, creo que incluso las superaba, pues este hombre sí podía protegerme. La primera vez que sentí el calor de sus brazos me sentí segura, me sentí en casa, me sentí completa.

 

Hubo algo que me dejo impactada, y fue cuando me enteré de que había decidido abandonar su casa hace algún tiempo para hacer un sacrificio, y poder quedarse conmigo para siempre, dije ¡wow! ¿Quién podría abandonar su casa por amor a mí? Pero este hombre fue capaz de hacerlo. Cuando decidí entregarle mi corazón, fue cuando me enteré que dió su vida por mí, para que yo pudiera encontrarme con Él en el tiempo indicado, me dijo que yo era la razón, que desde antes de que me conociera Él me había amado, me dijo que no le importó sufrir y pagar el precio por mí, me dijo que me compró con un precio alto; el costo fue su propia sangre. Cuando yo me enteré de esto, me pregunté “¿Cómo puede alguien amarme tanto, con un amor tan puro y tan genuino? ¿Cómo puede amarme alguien con amor eterno?” Me quedé pensando en todo el tiempo que pasé sin Su presencia. Supe que la búsqueda había terminado pues Él se ha convertido en mi todo: en mi razón de existir, Él es mi roca, Él es mi amado. Él me despierta en las mañanas con un sonido de aves y con una luz que llamamos sol, durante el día me da seguridad, me hace sentir el cariño de padre. Me di cuenta de que estoy enamorada del amor de mi vida, me di cuenta de que no quiero apartarme de su presencia nunca. Lo anhelo y es la persona que me hace sentir feliz, me hace reír, me hace jugar bajo la lluvia, me hace bailar, me hace amar. No podría explicar lo que ha sido conocerlo, sé que Su amor es eterno. Él puede tener muchos nombres, pero a mí me gusta llamarlo Papá.

Saludos, Iliam Rios.