Mi Herencia








MI HERENCIA

¡Hola, espero te encuentres bien!  y si no es así no te preocupes, Dios siempre tiene un plan y todo bajo control, solo debes confiar y recordar que Él te Ama y no te dejará.
Me gustaría comenzar con la historia de un jóven cuya identidad y carácter era determinado por las posesiones que tenía, y fue hasta que perdió todo eso que comenzó su búsqueda sobre quién era.
El menor le dijo: “Padre, quiero que me des ahora la parte de tus posesiones que sería mi herencia”. Entonces dividió entre sus dos hijos todo lo que tenía. No mucho tiempo después, el hijo menor recogió todo lo suyo y se fue a un país lejano. Estando en ese país, el hijo menor malgastó todo su dinero llevando una vida descontrolada.  Iré a la casa de mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra Dios y contra ti. Ya no merezco llamarme tu hijo; déjame ser como uno de tus trabajadores”. Entonces el hijo regresó a la casa de su padre.” Lucas 15:11-32
Creo que ya recordaste quién es este personaje. La Biblia nos habla de un hijo que anhelaba tener la libertad para gastar todo lo que su padre le podía heredar  y que solo el hecho de tener posesiones lo hacía parte de esa familia, pero pronto esa herencia terminaría para él. No teniéndolas comenzó a preguntarse quién era. Ya no se sentía tan hijo, pensaba que no era digno ya, pero no sabía que él nunca perdió el derecho de ser hijo y tuvo que recordar quién era su padre y volver a su casa.
¿Sabes? Eso pasa en estos tiempos con muchos de nosotros. Al igual que el hijo pródigo solo estuvimos buscando a Dios por alguna necesidad o  pensamos que el servir y tener una célula determina que somos hijos, pero ahora, sin iglesia física y actividades, es que podemos ver realmente si lo somos.
Mi carácter y el de todos ha sido probado, en este tiempo sabríamos si seguiríamos siendo hijos de Dios,  aún cuando nadie nos ve. Es probable que algunos ya nos habíamos alejamos de ÉL mucho antes de esta pandemia, dejando de orar y de leer la Palabra.
Ahora estamos como el hijo pródigo: en un lugar de angustia, preocupados, sintiéndonos no merecedores porque fallamos o tomamos la decisión de irnos de la iglesia o célula. Nos olvidamos de nuestro PRIMER AMOR, de lo que Él hizo un día por nosotros, pero también sé que DIOS planeó este tiempo para atraer nuestro corazón y recordarnos que no somos hijos por lo que hacemos o dejamos de hacer, por nuestra familia, profesión o dinero, sino por lo que Él hizo por nosotros en la cruz.
Para mí, el servir, leer la palabra y orar, es un acto de amor. Es como con nuestros padres: les ayudamos y amamos, no por lo que nos dan sino por quienes son, y a sabiendas de que, aún si fallamos, seguiremos siendo hijos. Así es con  Dios, Él está esperándote; créeme, no importa cuán lejos fuiste, ni tu pasado, todavía ERES HIJO. Vuelve hoy.
¡TU PADRE TE ESTÁ ESPERANDO! Es tiempo de volver tu corazón y pedir perdón.
“Un siervo no se queda para siempre con una familia, pero un hijo siempre pertenece a la familia” Juan 8:35
¡LA MEJOR HERENCIA PARA TUS HIJOS ES DIOS!
Espero vernos pronto, un saludo.
Noemi Delgado
 Mi recomendación de la semana:
ABBA PADRE, MIEL SAN MARCOS


Comentarios

Entradas populares