Espera en La Palabra




ESPERA EN LA PALABRA.

El tiempo de Dios tiene sus misterios, pero no nos corresponde entender, sino confiar. Nuestro tiempo tiene prisa, el suyo tiene la perfección. Esperar en él puede ser la más difícil de las decisiones pero, sin duda es la única que con el tiempo te hace entender el proceso y el porqué de ella.

Con el paso del tiempo he aprendido a diferenciar 2 tipos de “espera” en mi vida.

La primera es aquella en la que estamos muy acostumbrados a vivir: es en la que no hay certeza de lo que viene, la que en nuestro corazón genera incertidumbre y duda; ese tipo de espera se vuelve desesperante y frustrante ya que todo el panorama se torna inseguro.

Esto es lo que podemos llegar a sentir en primera instancia al escuchar esta palabra.

Por ejemplo, es lo que experimenta un paciente al esperar el diagnóstico médico, o aquél jóven que presenta un exámen y con incertidumbre espera el resultado, o también es semejante a aquella familia que no sabe qué va a comer el día de mañana porque el esposo perdió el sustento económico.
Esto es lo que experimentamos día a día cuando no hay una convicción de la promesa de Dios en nuestras vidas, ocasionando afán y ansiedad en la mayoría de nuestras decisiones o situaciones difíciles.

¿Cómo podemos es esperar en Dios?

En las escrituras la espera es saber que la voluntad de Dios prevalecerá en nuestras vidas a pesar del panorama, no importando la dificultad ni lo oscuro que parezca.

Y a esto es a lo que me refiero con el segundo tipo de “espera”.

Pero, ¿De qué forma Dios nos enseña a no sufrir la espera?

Citando las escrituras en Salmos 130:5 dice: “Espero al Señor, lo espero con toda el alma; en su palabra he puesto mi esperanza.”

La espera en Dios es entender que esto es un proceso en el cual debemos encontrar la paz en su palabra. Y más que una palabra es tener una "rehema" que nos ayude a anclarnos a su promesa sin importar el panorama.

La palabra "rehema" es una palabra personal de parte de Dios a nuestras vidas, para un momento y un tiempo en específico. Al ser revelada esta palabra en las escrituras a nuestras vidas nos trae claridad a lo que estaba nublando y le da sentido a lo que vivimos cotidianamente. Nos ayuda a disfrutar la espera porque entendemos que la espera en Dios es igual a la preparación de nuestras vidas para recibir la promesa conforme a nuestro propósito.

De esta forma es en la que Dios nos enseña a esperar.
Daniel Murillo



Comentarios

Entradas populares